Por qué iniciar tu 'digital detox' para ganar en bienestar y productividad

20 jun 2019

5 min

Por qué iniciar tu 'digital detox' para ganar en bienestar y productividad

La omnipresencia de las herramientas y canales de comunicación digitales (redes sociales, aplicaciones de mensajería personales y profesionales, notificaciones, etc.) se ha convertido en un importante objeto de debate en los últimos años. Se realizan numerosos estudios sobre el tema que provocan declaraciones de rechazo al exceso de uso de estas herramientas. Incluso los creadores de Facebook y Google han condenado públicamente las redes sociales. Es el caso de Chamath Palihapitiya, ex vicepresidente de Facebook, que a finales de 2017 aseguró durante una conferencia en la Universidad de Standford haber prohibido a sus hijos utilizar la red social. Después añadió: “Creo que hemos creado herramientas que están desgarrando a la sociedad”, (The Verge, 2017). Unas declaraciones alarmistas que hacen pensar que quizás deberíamos cambiar algunos hábitos.

Pero, aunque la dependencia digital no es buena para nuestra productividad, nuestro bienestar y las relaciones sociales, desgraciadamente es difícil evaluarla y combatirla. ¿Qué entendemos por estar conectados de manera razonable y equilibrada? ¿En qué momento podemos considerar que estamos enganchados a internet y las redes sociales? Y, por último, ¿podemos realmente prescindir de estas herramientas, tan presentes hoy en nuestras vidas?

En Welcome to the Jungle hemos analizado las consecuencias de la hiperconexión y te damos consejos para que tu consumo digital sea equilibrado.

La omnipresencia digital en nuestras vidas

El blurring: la supresión de la frontera entre la vida privada y la profesional

Procedente del verbo inglés to blur, que significa “difuminar”, esta palabra describe un fenómeno que está invadiendo el mundo laboral: la supresión del límite entre la esfera profesional y la privada, un fenómeno que está revolucionando nuestra manera de comunicarnos y de organizarnos en el trabajo.

Si, un domingo, recibimos un mensaje por Slack (una aplicación de mensajería profesional), ¿de verdad tenemos que contestar enseguida? ¿Los trabajadores podemos permitirnos no contestar una llamada de nuestros jefes? Se trata de cuestiones que se deben debatir en cada empresa, pero cuya importancia ya no puede cuestionarse, pues el derecho a la desconexión es ahora un derecho protegido por la ley.

El estudio Exhausted But Unable to Disconnect (“agotados, pero incapaces de desconectar”) sobre este tema revela el nefasto impacto de la hiperconexión sobre el estado emocional de los trabajadores, así como sobre el equilibrio laboral y familiar, esencial para el bienestar de cada uno. Liuba Belkin, profesora en la Universidad de Lehigh y autora del estudio, afirma que los trabajadores están “agotados emocionalmente” porque sienten constantemente la necesidad de revisar sus e-mails fuera del horario de trabajo.

Una tendencia que ya fue corroborada por el Informe Infojobs - ESADE de 2017, que revelaba que la mitad de los trabajadores españoles responden e-mails y llamadas de trabajo durante sus vacaciones. Estas cifras demuestran que el derecho a la desconexión, que parece tan evidente en teoría, no lo es tanto en la práctica.

El derecho a la desconexión: ¿qué dice la ley?

Desde diciembre de 2018, la nueva Ley Orgánica de Protección de Datos defiende, por primera vez, los “derechos laborales digitales” de los trabajadores españoles y, entre ellos, el derecho a la desconexión digital. Ninguna empresa puede obligar a sus trabajadores a estar localizable y a utilizar los dispositivos digitales fuera del horario de trabajo (vacaciones, fines de semana, por las noches…).

Los efectos sobre nuestra productividad en el trabajo y nuestro bienestar

Nuestro tiempo de trabajo, perturbado por las interacciones permanentes

Internet se ha convertido en una herramienta de trabajo indispensable. Pero el tiempo que pasamos en las redes sociales mientras trabajamos resulta realmente problemático. Algunos trabajadores necesitan usar los dispositivos móviles a tiempo completo. Otros podrían usarlos de manera más moderada, pero terminan adoptando ciertos comportamientos que reducen su productividad.

Las redes sociales acaparan cada vez más nuestro tiempo. Según un estudio publicado en 2017 por Rebootonline.com, los trabajadores del Reino Unido pasan aproximadamente tres horas a las semana (del horario de trabajo) en las redes sociales. Esto conlleva una importante pérdida de productividad. Además, un estudio publicado por la revista American Journal of Preventive Medicine sugiere que el uso intensivo de las redes sociales crea un sentimiento de aislamiento social y una forma de repliegue sobre sí mismo. La razón es simple: cuanto más tiempo pasamos en las redes sociales, menos tiempo nos queda para pasar con personas en la vida real.

Un uso de las redes sociales agravado por el FOMO (Fear Of Missing Out)

El FOMO es la ansiedad social que provoca el miedo a perderse algo (un evento, una fiesta, o cualquier otra ocasión que permita interactuar socialmente).

Esta angustia crece cuando usamos las redes sociales. Facebook, Instagram, Twitter o WhatsApp han invadido –literalmente– nuestros smartphones y nuestras vidas. Lo malo es que absorben toda nuestra atención (tuiteamos todo lo que pasa, miramos enseguida todas las notificaciones que recibimos, respondemos a todos los mensajes…) y nos impiden concentrarnos en el trabajo de manera prolongada. El problema ha llegado a tal punto que el 28 de febrero ha sido declarado el Día Mundial sin Facebook.

¿A veces crees que ha sonado tu móvil, pero en realidad no lo ha hecho? ¿Te angustia el simple hecho de pensar que te vas a quedar sin cobertura o sin batería? ¿No puedes separarte de tu móvil? Quizás tengas nomofobia o angustia a separarse del smartphone. En efecto, utilizar de manera excesiva el móvil provoca una forma de dependencia psicológica que puede llegar a ser realmente tóxica.

¿Qué debes hacer para desintoxicarte digitalmente?

Las nuevas tecnologías facilitan nuestras vidas, pero abusar de ellas puede convertirse en un problema. Por eso es importante controlar su uso.

El JOMO, como respuesta al FOMO

El movimiento JOMO (Joy Of Missing Out) ha nacido por oposición al FOMO. Hace referencia al placer de retomar el control de nuestra agenda y poder hacer actividades que de verdad nos interesan. El JOMO permite adoptar un modo de vida más tranquilo: en lugar de estar conectados permanentemente, aprendemos a dejar de lado nuestro móvil y hacer otra cosa. Un fenómeno que gana terreno, pues algunas empresas proponen a sus empleados sesiones de yoga, cursos de meditación, almuerzos silenciosos… en los que los móviles están prohibidos.

Cómo controlar el uso de los dispositivos digitales

  • Desactiva las notificaciones de tus aplicaciones para no sentirte solicitado permanentemente.
  • Elige una interfaz de móvil simple que incluya únicamente las aplicaciones más importantes y evita así las tentaciones.
  • Define momentos diarios sin móvil (la hora de comer, los ratos con los amigos, antes o después de alguna hora).
  • Si realmente sientes dependencia, existen varias aplicaciones que pueden ayudarte, como Forest, Offtime o Moment). Estas limitan el acceso a las redes sociales o te informan sobre el tiempo que has pasado en ellas cada día. La idea es realmente tomar conciencia de tu nivel de adicción a las redes sociales y del valor añadido del uso que haces de ellas. También pueden ayudarte a concentrarte en una sola tarea y ganar en productividad cuando, por ejemplo, tengas que dedicarte a un proyecto importante.

Aprovecha el fin de semana para emprender tu digital detox

La mejor costumbre que podemos adquirir es desconectar y consagrar nuestro tiempo a vivir. El Programa Desconect@ ofrece todo tipo de talleres (e incluso campamentos de varios días) con el propósito de que los más adictos consigan iniciar su desconexión digital y vuelvan a “conectar con la vida”.

La agencia Into The Tribe propone seminarios a empresas en el campo por toda Europa. El programa incluye actividades, talleres, team building… Nada más empezar, la agencia instala a los participantes una aplicación que les bloquea todas las funcionalidades de sus smartphones, excepto las llamadas.

Algunos hoteles y balnearios también ofrecen estancias que permiten desconectar, pues guardan los móviles de sus clientes y no ofrecen ninguna conexión wifi.

Basta con pasar un fin de semana en una zona sin cobertura o definir tus propias reglas para ser capaz de reducir el tiempo de uso del móvil durante el día.

Traducido por María Gutiérrez

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