De trabajadores textiles a diseñadores: el reto de About a Worker

15 abr 2019

6 min

De trabajadores textiles a diseñadores: el reto de About a Worker
autor
Aglaé Dancette

Fondateur, auteur, rédacteur @Word Shaper

No todo iba a ser malo en la industria textil. About a Worker es un bonito proyecto creado por Kim Hou y Paul Boulenger, dos profesionales creativos. Se trata de una iniciativa experimental que crea un vínculo social, pues la idea es convertir a trabajadores de la industria de la moda en diseñadores. Para ello los forman y ayudan en la fabricación de su propia colección, para darles la palabra y permitirles expresar su creatividad. La primera colección de la marca fue creada por cuatro talentosos trabajadores procedentes del taller de reinserción laboral Mode Estime, situado en Saint-Denis, a las afueras de París. Hemos hablado con Paul, que nos cuenta su propósito de fomentar la creatividad de cada persona de forma colaborativa.

¿Cómo te presentarías?

Estudié en Néoma, una escuela superior de negocios de la ciudad francesa de Ruan. Mi interés por la creación en general, y por la moda más recientemente, me ha llevado a adentrarme poco a poco en el mundo emprendedor. Cuando tuve que elegir mis estudios, tenía muchas dudas. No sabía si hacer algo más relacionado con las artes aplicadas, porque no estaba seguro de tener realmente alma de artista. Al final opté por unos estudios más generales y pensé que siempre podría reorientarme, más adelante, hacia algún oficio más creativo.

Fundé About a Worker con Kim Hou. Ella diseñó la marca y yo me ocupé de la parte más técnica y comercial. Nos conocimos y nos hicimos amigos en Londres, cuando los dos hacíamos un intercambio universitario, y conseguimos mantener el contacto después. Kim tenía que presentar su proyecto de fin de carrera y se le ocurrió que podría crear una marca diseñada por los trabajadores de una fábrica textil. Yo ya había creado una marca de camisetas llamada La Boulengerie cuando era estudiante. Por eso Kim me habló de su proyecto. Acepté ayudarla y la puse en contacto con profesionales de la industria textil.

“Fundé About a Worker con Kim Hou. Ella diseñó la marca y yo me ocupé de la parte más técnica y comercial. […] Kim tenía que presentar su proyecto de fin de carrera y se le ocurrió que podría crear una marca diseñada por los obreros de una fábrica textil”. Paul Boulenger, cofundador de About a Worker.

¿Qué experiencia tenías cuando creaste el proyecto?

Había hecho unas prácticas en un estudio de diseño y en una galería de arte en Shangai. Y otras prácticas de 6 meses en Marruecos con un negociante del sector textil. Allí fue donde realmente aprendí cómo se fabrica la ropa, donde vi por primera vez una fábrica llena de obreros en fila fabricando vaqueros. Después, ocupé el puesto de asistente del jefe de producto en la sección de accesorios en Maison Kitsuné. Fue una experiencia muy enriquecedora, porque descubrí cómo era trabajar en un estudio de moda con éxito en Francia y en otros países. Luego trabajé de manera un poco más interdisciplinaria para una marca parisina de bolsos y también estuvo muy bien. Era un equipo pequeño, pero trabajaba a escala internacional porque era muy conocido en Japón. Yo hacía de intermediario con las fábricas y me encantó la experiencia.

¿Qué te aportaron todas esas experiencias?

Me di cuenta de que me encantaba la creación. Me gustaba poder tocar realmente el producto y el material y seguir de cerca todos los pasos del proceso de fabricación que la gente no ve. También me sirvió, por otro lado, haber creado anteriormente una marca de camisetas. Cuando me puse a trabajar con Kim disponía de una doble experiencia: emprendedor y creador de moda.

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Paul Boulenger y Kim Hou, fundadores de la marca About a Worker – París.

¿Qué recorrido tuviste que hacer para crear About a Worker?

La Design Academy, la escuela en la que se formó Kim en Holanda, es una escuela de diseño un poco diferente. Está centrada en la manera de pensar y especializada en el diseño de ideas y la creación de conceptos, más que en la fabricación de productos. A Kim le interesaba mucho la moda, pero también le preocupaban los problemas sociales y medioambientales. Su idea era crear lazos entre los diferentes actores del mundo de la moda: por un lado la élite, los grandes diseñadores y los grandes influencers, y por otro los consumidores y los trabajadores, que no se ven. El problema era cómo hacer que gente que no tenía realmente capacidades creativas básicas expresara su creatividad.

A Kim le interesaba mucho la moda, pero también le preocupaban los problemas sociales y medioambientales. Su idea era crear lazos entre los diferentes actores del mundo de la moda: por un lado la élite, los grandes diseñadores y los grandes ‘influencers’, y por otro los consumidores y los trabajadores, que no se ven.

¿Cómo se materializó el proyecto?

En aquel momento, los profesores de Kim le dijeron: “Es una idea buenísima, pero ninguna fábrica aceptará trabajar contigo”. Al principio su idea era hacerlo en una fábrica en China, India o Bangladesh, donde los obreros trabajan en fábricas en ruinas, e intentar cambiar las cosas. De hecho sigue siendo nuestro verdadero objetivo, pero teníamos que empezar por algo más fácil. Gracias a mi anterior proyecto de creación de camisetas, conocía un pequeño taller de reinserción en Saint-Denis. El taller contaba con unos 20 empleados con discapacidad física o social que cosían prendas para diseñadores y objetos de publicidad. A la directora del taller le entusiasmó la idea y así empezó todo. Tardamos unos seis meses en crear una primera colección de prueba. Primero lo contamos a nuestro entorno y luego llegó más lejos, a oídos de gente relacionada con el mundo de la moda y el diseño. Así, poco a poco, ¡la idea cuajó!

¿Cómo se crea una nueva colección?

Los trabajadores empezaron participando en talleres de costura y recibiendo una formación de iniciación al diseño en cuatro etapas, que Kim había preparado para ellos. Después, ella misma les explicó cómo se crea una colección, desde el cuadro de tendencias hasta el producto final. La colección fue elaborada de manera totalmente colaborativa y con plena libertad creativa. Nuestro objetivo era que pudiesen expresarse inspirándose en su propia vida y en su experiencia en la industria textil. Fue muy positivo desde un punto de vista humano, ya que el proyecto les permitió además aumentar su autoestima. Fue un verdadero experimento, muy educativo. Utilizamos la creación para dar visibilidad a aquellos que habitualmente no la tienen. Nos gustaría que este tipo de colaboraciones atípicas inspirase a los profesionales de la moda y que la producción textil se convirtiese en un sector más responsable.

“Los trabajadores empezaron participando en talleres de costura y recibiendo una formación de iniciación al diseño en cuatro etapas, que Kim había preparado para ellos. Después ella misma les explicó cómo se crea una colección, desde el cuadro de tendencias hasta el producto final. La colección fue elaborada de manera totalmente colaborativa”.

¿Qué pasa con los trabajadores cuando terminan la colección?

En junio del año pasado fuimos invitados a la Escuela Superior de Bellas Artes de París, donde creamos una instalación que imitaba una fábrica y una cadena de producción. Organizamos también talleres de personalización y arreglos de ropa y pedimos a los cuatro obreros que habían trabajado para nosotros en Saint-Denis que vinieran a animar los talleres. Por primera vez en su vida (y seguramente la única), fueron profesores por un rato. Seguimos siendo un equipo pequeño, pero, en la medida de lo posible, tratamos de construir relaciones a largo plazo con los trabajadores. Les ponemos a disposición nuestra red de contactos, para que la colaboración nos beneficie a todos.

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Paul Boulenger y Kim Hou, fundadores de la marca About a Worker – París.

¿Pensáis presentar más colecciones?

Sí, hemos estado trabajando con la cárcel de mujeres de Venecia. Nos invitaron a presentar nuestra marca en la Bienal de Venecia y pensamos que podíamos aprovechar la oportunidad para crear una nueva colección allí. Los organizadores del festival nos pusieron en contacto con los administradores de la cárcel. La colección está expuesta allí y está prevista su exposición en París para principios de 2019.

También nos invitaron a la Fashion Week de Shanghai en octubre y eso nos ha abierto algunas puertas en el mercado asiático. A la vez tenemos un proyecto para nueva colección en América Latina que avanza despacio, una colaboración con otra marca ¡y otras muchas ideas en mente! Todas ellas giran en torno a tres ejes comunes: la moda, el ámbito social y el diseño. Siempre tratamos de poner de relieve nuestra marca mediante instalaciones o presentaciones artísticas.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Creo que lo que más me entusiasma es el hecho de poder causar un impacto en la gente de manera tan directa. Lo que hacemos en los talleres resulta realmente beneficioso, aunque solo estemos empezando. Es muy gratificante elaborar un proyecto con gente tan distinta. Está genial porque todos mis días son diferentes: ayer estuvimos en un seminario en el CNRS con investigadores sociales y hace tres semanas en la Fashion Week de Shanghai, así que es muy variado.

“Creo que lo que más me entusiasma es el hecho de poder causar un impacto en la gente de manera tan directa. Lo que hacemos en los talleres resulta realmente beneficioso, aunque solo estemos empezando. Es muy gratificante elaborar un proyecto con gente tan distinta”.

Traducido por María Gutiérrez Alonso

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