Por qué todos deberíamos tener un mentor

13 sept 2019

5 min

Por qué todos deberíamos tener un mentor
autor
Marlène Moreira

Journaliste indépendante.

¿Sabías que la palabra “mentor” proviene de la Odisea de Homero? La obra cuenta que Ulises, antes de partir a la guerra de Troya, confió la educación de su hijo Telémaco a su amigo Méntor. Así pues, Méntor era un guía y consejero de confianza, por lo que ahora llamamos así a las personas que desempeñan esta función.

En la actualidad, el mundo profesional es cada vez más complejo y las carreras menos lineales, por lo que el asesoramiento y los consejos de otra persona son más importantes que nunca. Un estudio reciente demuestra que el 68% de los empresarios de todo el mundo tienen mentores, y estos pueden ser líderes de grandes empresas, personas de su entorno o hasta asesores financieros.

Así pues, ¿qué nos puede aportar un mentor en términos de desarrollo personal y profesional?, ¿cómo encontrar uno y convencerle de que nos asesore? y ¿cómo manejar esta relación tan particular?

El mentor: un impulso para tu carrera

Cuando hablamos de mentoring o mentoría, muchos se imaginan a un director al final de su carrera dando consejos a un joven aprendiz, una sutil mezcla de la sabiduría de la Abuela Sauce de Pocahontas, con las habilidades de coaching del seleccionador de fútbol Vicente del Bosque. Sin embargo, la mentoría puede tomar muchas formas y los mentores pueden darte una ayuda muy diversa en función de su perfil y de tus expectativas. Así mismo, esta práctica no está reservada únicamente a los más jóvenes, ni a profesiones específicas. Cualquier persona, de cualquier edad, puede sacar provecho de los consejos y la experiencia de un mentor.

Tanto al principio como a lo largo de tu carrera, es difícil tomar la distancia necesaria para establecer objetivos alcanzables y cuantificables. Un buen mentor es capaz de encontrar el punto medio adecuado para desafiarte, pero sin arrojarte a un fracaso seguro. Sobre todo, es alguien que puede ayudarte a crear una estrategia adecuada y a establecer las acciones necesarias para alcanzar tus metas.

Te ayuda a establecer metas

Tanto al principio como a lo largo de tu carrera, es difícil tomar la distancia necesaria para establecer objetivos alcanzables y cuantificables. Un buen mentor es capaz de encontrar el punto medio adecuado para desafiarte, pero sin arrojarte a un fracaso seguro. Sobre todo, es alguien que puede ayudarte a crear una estrategia adecuada y a establecer las acciones necesarias para alcanzar tus metas.

Te ayuda a superarte

Aunque es necesario regular el esfuerzo que dedicas a tu trabajo, no debes caer en la zona de confort. Un mentor puede desafiarte cuando crea que estás perdiendo el impulso necesario para cumplir tus objetivos.

Te inspira

Al compartir su experiencia personal, un mentor puede ayudarte a encontrar las claves del éxito o, al menos, a no cometer sus mismos errores. Rodearte de personas que hayan triunfado y encontrar modelos a seguir te ayudará a tomar las decisiones correctas y a superarte.

Te abre puertas

No necesariamente va a compartir toda su red de contactos contigo, pero a menudo te ayudará a comunicarte con personas clave y a desarrollar tu networking presentándote a profesionales influyentes o útiles para tu carrera.

Imparte nuevos conocimientos

Más allá de sus habilidades y experiencia “técnica”, puede asesorarte en el desarrollo de tus soft skills, indispensables en la actualidad. Por ejemplo, puede ayudarte a hablar en público, enseñarte a resolver conflictos laborales o hasta darte consejos para ser un buen jefe.

Las claves para encontrar un mentor

¿Te hemos convencido de que necesitas conseguir un mentor? Pues ahora, ¡manos a la obra! Encontrar el adecuado puede llevar tiempo, y precipitarse y elegir a la primera persona que muestre interés puede resultar nefasto. Te damos los pasos para no equivocarte:

1. Establece tus expectativas en papel

¿Qué habilidades deseas desarrollar? ¿Dónde te ves dentro de cinco años? Estas preguntas son importantes, pues te ayudarán a saber qué es lo que necesitas y qué perfil debe tener tu mentor. Por ejemplo, puedes empezar haciendo una lista de las personas que ocupan, o han ocupado, el puesto con el que sueñas a medio plazo.

2. Analiza tu entorno

Tu mentor ideal puede estar más cerca de lo que te imaginas: un amigo, un jefe o un miembro de tu familia podrían ser lo que buscas. En todo caso, no dudes en hablar de tu proyecto, pues aunque las personas más cercanas no puedan ayudarte, quizás tengan contactos que sí puedan hacerlo.

3. Haz los deberes

Una vez tengas la lista de tus posibles mentores, investiga para saber más sobre ellos: su recorrido, habilidades, posibles contactos e intereses en común, etc. Un vistazo rápido a su perfil de LinkedIn suele ser suficiente para obtener la información que necesitas. Después, empieza a contactarles uno por uno.

4. Explica claramente qué es lo que esperas

Una vez que hayas establecido un contacto, sé claro sobre tus intenciones y expectativas a corto y medio plazo. De esta manera, la persona que se comprometa contigo podrá guiarte lo mejor posible y sabrá exactamente qué tipo de ayuda proporcionarte. La mentoría es una relación a dos, por lo que debes prestar atención a las expectativas de tu mentor para entablar una buena colaboración.

5. Empieza poco a poco

No pidas mucho, ni muy a menudo: un mentor tiene su propia vida y obligaciones. Pídele algunos consejos fáciles de poner en práctica y cuéntale cómo te ha ido poco después. Esta es la mejor manera de saber si la relación podrá ser sostenible a largo plazo. Luego, sin necesidad de establecer un calendario fijo, es recomendable que acordéis la frecuencia y el medio en que deseáis mantener el contacto: tomar un café juntos cada trimestre, hacer una llamada telefónica una vez al mes, dar un feedback rápido por correo todas las semanas, etc. Todo cabe.

6. Reflexiona sobre cómo devolver el favor

La mentoría es una relación simbiótica. Aunque claramente tienes mucho que aprender de tu mentor, no subestimes lo que tú le puedes ofrecer a cambio: desafiar su propio modo de trabajar, darle consejos sobre las herramientas que utilizas, compartir las últimas noticias de un sector que os interesa a ambos, darle feedback sobre la ayuda que te ofrece, etc. No dudes en preguntarle cómo podrías agradecerle su ayuda.

Cuando hagas tus búsquedas, recuerda que la mentoría es, ante todo, una relación. Por ello, no basta con que tu mentor supervise si sigues sus consejos, sino que debe haber una verdadera colaboración entre ambos.

Cómo manejar una relación tan particular

Para recibir asesoramiento, debes estar comprometido y dedicarle el tiempo necesario, pues es tu responsabilidad hacer funcionar la relación. El éxito consiste en dos elementos clave: aceptar las sugerencias de tu mentor y decirle lo que opinas.

Tu asesor dedica una parte de su tiempo a ayudarte a avanzar en tu carrera, de manera gratuita y altruista. Si le pides consejos, lo menos que puedes hacer es seguirlos (o explicar tus razones en caso de que no lo hagas) y contarle cómo te ha ido: explica lo que te ha aportado, los contactos que has podido entablar gracias a él, agradécele cuando sus sugerencias hayan dado frutos, etc.

Un mentor es una persona que ve lo mejor de ti y te ayudará a revelar todo tu potencial, guiándote en momentos clave de tu carrera. Cada relación entre un mentor y su “aprendiz” es diferente, con ventajas que varían según las expectativas y la voluntad de cada persona.

Como toda aventura, la mentoría también tiene un final: por ejemplo, cuando hayas alcanzado los objetivos que fijasteis juntos, pero por supuesto, una buena relación puede persistir en el tiempo, con matices distintos. El fin de tu mentoría también puede ser la oportunidad de prestarle la misma ayuda a otra persona e utilizar tu experiencia para guiar su recorrido.

Foto de WTTJ

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